martes, 19 de junio de 2012

Apóstol Pablo, el mundo en su época..


En la época de Cristo y el Apóstol Pablo, había 3 naciones cuya influencia poderosa se hacía sentir en todo el mundo, los romanos, los griegos y los judíos. Roma con su poder político y militar, Grecia con su gran saber en arte, en letra, en filosofía y en las ciencias conocidas en la época y los judíos, que para ese entonces estaban esparcidos por todo el mundo, eran los líderes religiosos, adorando al Dios verdadero y dando a conocer los libros sagrados del Antiguo Testamento.

* Lucas 2:1-4. En aquella época Augusto César era el soberano del Imperio Romano, el cual según Lucas abarcaba todo el mundo civilizado de ese tiempo. El imperio romano infundía miedo, tanto a las demás naciones que no se atrevían a enfrentarsele, como a las conquistadas donde la idea de una rebelión civil era vista como alocada.

Los romanos eran grandes organizadores y constructores, al conquistar una zona se encargaban de construir carreteras, acabar con los ladrones por tierra y los piratas en el mar. Con esto se aseguraban la comunicación de su imperio y la seguridad del comercio, ponderando el bienestar de los ciudadanos romanos estén donde estén, quienes siempre gozaban de la protección de su Gobierno. Pablo era ciudadano romano. Los ciudadanos romanos eran en principio los de nacimiento, sin embargo, la ciudadanía podía ser comprada por una suma muy grande de dinero o ganada por realizar un hecho heroico, Pablo era ciudadano romano por nacimiento. * Hechos 22:27-28.

En la sociedad de Pablo podía distinguirse a las personas como griegos y no griegos (o bárbaros). El conocimiento o no del lenguaje griego determinaba que nivel social tenía cada persona, ya que el Imperio Romano, para potenciar las relaciones de comercio y comunicación había establecido a este idioma como principal. Alguien que no hablaba griego quedaba afuera del comercio, de la comunicación con otras zonas, de recibir educación, etc. Pablo desde chico manejaba el griego a la perfección y por ser de familia judía también hablaba en arameo, que era la lengua que utilizaban los judíos y en la que estaban escritas las sagradas escrituras de la época.

Años antes de la llegada de Jesús, una corriente de conversión al judaísmo venía acrecentandose más y más, muchas personas educadas, cansadas de los templos ostentosos e idolátricos, de los rituales inmorales de los cultos politeístas acudían cada vez más para oír algo del Dios único y verdadero y se hacían prosélitos de la fe judáica.

Si bien es cierto que roma gobernaba militarmente, y que los griegos marchaban a la cabeza del mundo intelectual, a su vez, los judíos eran los guardianes de la fe en Jehová, y esto lo hacían en un momento donde la moral estaba terriblemente debilitada por el vicio y el crimen, Pablo en una de sus cartas pinta un cuadro terrible del pecado de su época:
* Los pecados del pueblo griego y romano – Romanos 1:28-32.
* Los pecados de los judíos – Romanos 2:17-24.
* Las maldades que Pablo veía – Gálatas 5.

En este contexto y en este mundo expectante y necesitado, llegó Jesús, con un mensaje impactante, transformador y reconciliador. Después de su muerte en la cruz había una necesidad, nunca más profundamente de que alguien divulgara este mensaje por todo el mundo, ahí es donde apareció Pablo, en esa hora crítica y oportuna para la humanidad Dios lo llamó y le encomendó una tarea, tarea que cumplió fielmente, tanto así que su legado llegó a nosotros hoy en día, casi 2000 años después.

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